UE-Mercosur: Un Acuerdo Estratégico para la Competitividad Global

Tras más de 25 años de negociaciones, la Unión Europea y el bloque Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) han alcanzado un acuerdo comercial histórico que promete transformar las relaciones económicas entre ambas regiones. Aunque aún pendiente de ratificación por los Estados miembros y el Parlamento Europeo, el pacto representa un paso decisivo hacia un comercio más competitivo, sostenible y estratégico.

Un mercado de 750 millones de personas

El acuerdo abre el acceso a un mercado conjunto de 750 millones de personas, equivalente al 10% de la población mundial. Se prevé un incremento de hasta el 40% en las exportaciones europeas, lo que podría traducirse en 49.000 millones de euros adicionales y la creación de 440.000 nuevos empleos.

Supresión de aranceles y ahorro empresarial

Uno de los pilares del acuerdo es la eliminación de aranceles sobre el 91% de los productos europeos exportados, lo que supondrá un ahorro estimado de más de 4.000 millones de euros anuales para las empresas europeas.

Este ahorro podrá reinvertirse en innovación, talento y expansión internacional.

Oportunidades para las pymes y sectores estratégicos

El texto pone especial énfasis en facilitar el acceso de las pymes europeas a los mercados del Mercosur, reduciendo barreras no arancelarias y costes de internacionalización. Además, se garantiza acceso preferencial a materias primas críticas como litio, silicio y grafito, esenciales para la transición ecológica y digital.

Servicios, contratación pública y transporte marítimo

El acuerdo mejora las condiciones de acceso a servicios clave como los financieros, postales, telecomunicaciones y transporte marítimo, abriendo nuevas oportunidades para empresas europeas en sectores tradicionalmente restringidos.

También se facilita el acceso a lacontratación públicaen los países del Mercosur, lo que permitirá una mayor implantación empresarial.

Sostenibilidad y derechos humanos

Por primera vez, se incluye un anexo jurídicamente vinculante con compromisos claros para detener la deforestación antes de 2030, reforzar los derechos laborales, promover la igualdad de género y erradicar el trabajo infantil, en línea con el Acuerdo de París y los principios de responsabilidad social corporativa.

Ratificación y desafíos políticos

Aunque la mayoría de los Estados miembros apoyan el acuerdo, Francia ha expresado reticencias, especialmente en lo relativo a la protección de sus mercados agrícolas. Para responder a estas preocupaciones, la Comisión Europea ha añadido cláusulas de salvaguarda y ha dividido el texto en dos partes: una comercial, que podrá entrar en vigor más rápidamente, y otra que requerirá aprobación parlamentaria nacional

Este acuerdo no solo representa una oportunidad económica, sino también una apuesta geopolítica por fortalecer los lazos entre Europa y América Latina, diversificar las relaciones comerciales y avanzar hacia una economía más resiliente y sostenible.

Siguiente
Siguiente

Retos, Estrategias y Perspectivas de las Empresas Familiares en Galicia